La Asociación para la Investigación Social -Ignacio Torres Giraldo- "ASIT", Nace en la Ciudad de Cali-Colombia con el objetivo de desarrollar un constante proceso de análisis-síntesis de la realidad social que nos permita publicar diversos tipos de problemáticas y reivindicaciones populares.

05 junio 2011

La Asociación para la investigación social IGNACIO TORRES GIRALDO "ASIT" tiene como proyecto una nueva edición de las obras "LA CUESTIÓN SINDICAL EN COLOMBIA" y "MARIA CANO: MUJER REBELDE" del Maestro del Proletariado Colombiano IGNACIO TORRES GIRALDO. Estamos convencidos que con la recuperación de estas obras estaremos contribuyendo a forjar elementos teóricos que tanto necesita nuestra Clase para construir o reconstruir sus organizaciones y vencer sobre la opresión y explotación.

En próximos días esteremos informando más sobre el particular.

12 marzo 2011

HUELGA DE TRABAJADORES CORTEROS DE CAÑA 2008

HUELGA DE TRABAJADORES 
CORTEROS DE CAÑA 2008
             Una experiencia que marcó profundamente la vida económica y política del país

 
“El paro ha llegado, el paro está aquí, y a todos los ricos, se los advertí, un pliego de peticiones, difícil de admitir, porque muchos problemas, se desprenden de allí,  nos tienen que explicar, porque somos usados, como unos camellos,  y muy mal pagados, mientras que les dicen, a todos en el mundo, que es que los corteros ganamos hoy lo justo….estamos unidos en un solo ideal, contratación directa, un paro nacional, para que se escuche, por todo el mundo, la lucha de los corteros va por muy buen rumbo, la lucha de los obreros, va por muy buen rumbo…..”
“Rap del Cortero”
Johan, Cortero Ingenio Mayagüez


PRESENTACIÓN:

El siguiente trabajo ha sido el fruto no sólo de una investigación previa sino también de una vivencia, pues de verdad es muy difícil que alguno de los habitantes de esta ciudad (Cali-  Colombia ) no recuerden de alguna forma el conflicto obrero que se desató aquel 15 septiembre 2008. Tuvimos la oportunidad de asistir a las manifestaciones de solidaridad y al encuentro que hubo en la Universidad del valle sede Meléndez aquel  28 octubre de 2008, lugar donde conocimos a varios de los participantes del movimiento de los corderos de caña que  nos  dieron sus impresiones sobre las causas de la movilización y los objetivos que se proponían, los cuales fueron consagrados en un pliego de peticiones que se presentó a las diferentes patronales en cada uno de los ingenios del valle del Cauca. Esta experiencia nos dio la posibilidad de ver en su justa magnitud la importancia de indagar en la realidad objetiva y conocer uno de los Movimientos Obreros más relevantes de los últimos años en nuestro departamento, posibilitó que nos mezcláramos con sus padecimientos pero también con sus reivindicaciones a corto, mediano y largo plazo.

Este breve esbozo recoge lo que para nosotros fue una gran movilización económica, social y política, a través de él vamos a plantear algunas particularidades y las vamos a mostrar coherentemente según la estructura que nuestra Asociación ha definido para estos informes y plantearemos diferentes aspectos de carácter teórico que son de votal importancia para enteder el fenomeno en su justa magnitud.

Nos llama mucho la atención el movimiento de los corteros de caña del Valle del Cauca porque es un movimiento sui generis, es decir, es un movimiento que posee unas características bastante particulares que nos pueden indicar incluso el inicio de una nueva forma de movilización obrera y social en el país, la movilización de los trabajadores de las empresas contratados indirectamente a través de "cooperativas de trabajo asociado" o de "asociaciones" que han surgido y vienen permeando las relaciones capital-trabajo en nuestro mundo y particularmente en nuestro país. Éste movimiento no sólo movilizó a los directamente afectados por las condiciones de explotación y miseria en la que se encuentran la gran mayoría de los corteros de caña, sino que también fue un referente y un detonante para que muchos sectores sociales se unieran alrededor de dicho movimiento y también hicieran aparición, como por ejemplo las organizaciones de esposas de corteros, los estudiantes, y otras organizaciones sindicales que desde hacía mucho tiempo no se pronunciaban en la vida política del país.

Este movimiento, el de los Corteros de caña de 2008, es un claro ejemplo de las diferentes condiciones sociales que se están dando en el país, pero también es un reflejo de las contradicciones que se están viviendo a nivel mundial en el marco de un sistema capitalista en crisis que no ha dudado en descargar su peso sobre las espaldas de la fuerza de trabajo, la cual viene encontrando desde diferentes posiciones y organizaciones una nueva forma de movilización, entre ellas, la organización de trabajadores sin ninguna ventaja legal en materia de organización sindical, como lo son los obreros y empleados contratados indirectamente por las empresas.

Que sirva este trabajo para contribuir a despertar la conciencia de la necesidad  que tenemos en materia de Investigación que parta de los intereses de los y las trabajadoras, trabajo que a pesar de las limitaciones latentes que se puedan encontrar en el mismo, busca ser coherente y consecuente con los aspectos claves que nos hemos trazado como Asociación.


UBICACIÓN:
 El valle geográfico del río Cauca, es el lugar donde se concentra y levanta la casi totalidad de la agroindustria azucarera colombiana (produce el 97% del azúcar nacional), es un paisaje adornado por el monocultivo de la caña que se extiende   a lo ancho de veintiocho municipios. 198.000 hectáreas cultivadas con caña de azúcar que ocupan prácticamente el 50 por ciento del área total sembrada en la región.




CONFLICTO: 

 La industria de la caña es por no decir más, la base económica del sector agrícola de la región, albergando un número aproximado de 18.000 empleos directos y unos 250.000 empleos indirectos. Pero lo preocupante es que según datos Del mismo e Asocaña. De estos 36.000  empleos generados por la agroindustria azucarera solo el  2% de sus trabajadores son trabajadores con contrato sindical. El 90 por ciento de los corteros que existen en la región están vinculado por medio de las cooperativas de trabajo asociado, hecho que evidencia una vez más que  a través de la historia los corteros de caña han estado mediados por relaciones semiesclavistas a las que son sometidos por parte de los grandes industriales y dueños de los ingenios azucareros. Trabajadores que día a día se han convertido en víctimas de las agotadoras  jornadas de trabajo de hasta 16 horas, de los pésimos salarios, de las enfermedades generadas por las malas condiciones laborales y de los altos riesgos de accidentalidad.
Estos vejámenes y sus nefastas consecuencias han motivado y motivan su levantamiento en busca de la dignidad y en defensa de sus derechos, por medio de la organización, de las movilizaciones y de la huelga. Movilización que se hizo consciente por vez primera en el Paro de corteros de caña, gestado en el año de 1978 con una duración de un poco más tres meses, movimiento reprimido brutalmente siendo asesinados unos 25 corteros de caña, no sin antes alcanzar varias de sus sentidas reivindicaciones;  para el año 2005 las condiciones no eran mas favorables, ahora reinaba el sistema de contratación por cooperativas, donde las relaciones laborales eran bastante desiguales frente a los beneficios de que gozaban los corteros vinculados directamente a los ingenios, sobre todo en el precio de la caña cortada.  Este hecho motiva un nuevo paro que se realiza de manera escalonada en los diferentes ingenios azucareros cuyo fin último era logran la vinculación directa de la totalidad de corteros de caña. Pero el paro se debilita y sus más sentidas reivindicaciones quedan rezagadas por la propuesta de que los corteros se hicieran dueños de las cooperativas y que fueran sus propios patrones. Pero este hecho no significo ningún cambio positivo para los corteros  pues al pasar las cooperativas a sus manos no mejoro en nada sus condiciones, por el contrario aumento la pauperización de sus condiciones laborales pues los ingenios se libraron de toda responsabilidad legal con los trabajadores.
Pero el 2008 marcaría el resurgimiento del movimiento de los corteros de caña. Año 2008 también marcado por la gran crisis capitalista mundial (donde presenciamos el derrumbe de las hasta su momento más fuertes y sólidas economías mundiales, año que También se hizo testigo del resurgimiento de los movimientos sociales en nuestro país. Donde se gestaron grandes luchas apoyadas y revitalizadas por la solidaridad del pueblo colombiano.

Huelgas como la de los trabajadores de la justicia agrupados en el sindicato Asonal judicial quienes se fueron a paro en exigencia de un reajuste salarial, nombramiento de  más trabajadores, así como la petición de respeto a la independencia del poder judicial por parte del ejecutivo, debido a las constantes intromisiones del presidente Uribe en los asuntos judiciales. Así como también se gesto la movilización de los indígenas del cauca. Quienes unidos y organizados en torno a la minga indígena, hicieron sentir su voz de protesta en contra del incumplimiento de la asignación de tierras, sumado a ello su condición de desplazados y de víctimas de la violencia estatal.
Fue el 15 de septiembre de 2008 cuando un poco mas de 12.000 corteros de caña protestando por sus deplorables e inhumanas condiciones laborales, emprenden un nuevo y magno paro de la producción. Corteros de los ingenios PROVIDENCIA, PICHICHI, MANUELITA, CENTRAL TUMACO, MAYAGUEZ, MARÍA LUISA, CASTILLA E INCAUCA se agolparon en las puertas de estos ingenios, dejando a un lado sus herramientas de trabajo  y tomando en sus manos la bandera de la lucha obrera, lanzaron su más sentido pliego de peticiones.

  • Exigir el término de la contratación indirecta mediante Cooperativas de Trabajo Asociado.
  • Exigir el aumento salarial del 30%, en concordancia con el aumento elevado de las ganancias de los ingenios.
  • Control del peso de la caña.

Como vemos esta son las más sentidas y mínimas reivindicaciones de las que puede ser digno un trabajador en el sistema capitalista actual. Es una lucha económica, centrada en el reconocimiento de unas condiciones dignas de trabajo.

La huelga de los corteros de la caña en el 2008, es una clara muestra de la agudización de los antagonismos entre explotados y explotadores.

Por un lado pudimos evidenciar la posición de los corteros quienes exigían unas condiciones mínimas de trabajo y la posición de  los ingenios agrupados en la asociación de  cultivadores de caña de azúcar ASOCAÑA.  Quienes se negaban a atender las exigencias de los obreros por no considerarlos trabajadores suyos.

EL 14 de julio se presenta el justo pliego de peticiones, donde se consignaron las más sentidas necesidades de los corteros de los 13 ingenios ubicados en el Valle geográfico del río cauca; algunos de ellos afiliados a Sinalcorteros, Sinaltrainal y muchos otros con su condición de corteros no sindicalizaos. El pliego de peticiones es ignorado por Asocaña y por el gobierno mismo, por lo que los corteros cansados de no encontrar respuesta; inician cese de actividades el 15 de septiembre de 2008, dejando a un lado sus pacoras, bloqueando las principales entradas de los sembrados y abandonando sus actividades laborales de manera total.

Los motivos del paro no eran pocos, entre ellos se denunciaba las extensas jornadas laborales y los bajos salarios con que estas eran remuneradas. (Aprox. 300.000$ mensuales), el sistema de contratación a través de las cooperativas de trabajo que les privaba del reconocimiento como trabajadores directos; lo que les quita el derecho a la seguridad social y a los demás beneficios de la contratación directa.

La reacción del sector agroindustrial en representación de  Asocaña no se hizo esperar, oponiéndose de manera pusilánime a la negociación directa y colectiva con el gremio de corteros, desvirtuando la movilización, acusándolos de impedir el derecho al trabajo de los que si deseaban laborar y responsabilizándolos de las "consecuencias económicas "que pudiera sufrir el gremio cañicultor, acusaciones que no diezmaron el movimiento de los corteros, por el contrario este se vio alentado por el apoyo incondicional y activo de sus familias, de los demás sectores del Movimiento Obrero, indígena y estudiantil; quienes brindaron su voz de aliento y solidaridad con el proceso.

 Con el paro revitalizado  Asocaña en cabeza de los ingenios, en unión con los medios y el gobierno se dio a la tarea de sabotear y satanizar el conflicto. La  persecución, la represión y la intimidación se hicieron presentes. Desde el inicio de la huelga la represión violenta y el hostigamiento de  la policía del ESMAD  fue constante; Sumado a ello la invisibilización del conflicto por parte de los medios, quienes trataron al máximo de ocultar el conflicto y cuando se vieron obligados hablar de este, lo hicieron para satanizar a los participantes del movimiento, a quienes en voz del presidente Uribe se les acuso de terroristas y  de estar infiltrados por la guerrilla de las FARC.  Muchos líderes sindicales y asesores de la movilización fueron llevados tras las rejas.

Pero esta vez los corteros supieron enfrentar las arremetidas de los enemigos de sus intereses. Enfrentando el procesos como un bloque unido, que se vio blindado a los ataques y sabotajes; un claro ejemplo de ello fue el momento en que se despidieron aproximadamente 900 trabajadores directos con la excusa de que debían ser "retirados" debido a las pérdidas ocasionadas por el paro de los corteros. Esta intención de enfrentar a trabajadores directos e indirectos no rindió ningún fruto pues los trabajadores despedidos se unieron al movimiento de manera inmediata.

La huelga se mantuvo por más de tres meses, la unión de los corteros y la solidaridad de los diferentes sectores fortaleció y armo de valor a los trabajadores en conflicto. Quienes se mantuvieron en pie de lucha hasta mediados del mes de noviembre, cuando a pesar de la división en las negociaciones por ingenios, se logro gran parte de los puntos exigidos.
  • Se logró un aumento salarial promedio del 15 por ciento.
  • Se logró que las empresas asuman los costos de la Seguridad y la Previsión social, lo que deja a los corteros en la misma situación que los demás trabajadores y trabajadoras colombianos.
  • Se logró que los ingenios reconozcan y paguen los tres primeros días de enfermedad que la Previsión Social no remunera.
  •  Se iniciarán planes de vivienda para los trabajadores y trabajadoras en todos los ingenios.
  • Se consiguió la concreción de un fondo de educación en todos los ingenios.
  • Se estableció que la jornada laboral no podrá extenderse más allá de las cuatro de la tarde, lo que significa que se trabajará ocho horas más un máximo de dos extras por día.
  • Después del conflicto las organizaciones de corteros se vieron nutridas por un significativo número de corteros que decidieron organizarse formalmente a los sindicatos existentes.
  • Se logro el control en el pesaje de la caña, estableciendo veedurías por parte de los corteros.
 Aunque no hizo parte de los puntos obtenidos en esta valerosa lucha, el punto de contratación directa sigue siendo un objetivo a futuro para el movimiento social de los corteros de caña.
Por parte de los ingenios esta derrota está siendo usada, para llevar hacia otro rumbo la producción de caña de azúcar, pues es cada vez mayor la adquisición de maquinaria que reemplaza y reemplazará  gran cantidad de mano de obra humana.


IMPACTO EN LA SOCIEDAD:

El movimiento desatado el 15 de septiembre de 2008 en los ingenios y luego en los pueblos circunvecinos, alcanzó unas repercusiones que incluso perviven en la actualidad, lo que nos puede plantear que no se trató de un movimiento de protesta irracional que solo deba interpretarse desde la perspectiva Causa – Efecto, el movimiento de los Corteros de caña fue preparado, organizado y lanzado con antelación, no se debió a un acto espontaneo de masas que ante la situación caótica en la que se encuentran, decidieron arbitrariamente lanzarse a un paro generalizado en la gran mayoría de los ingenios de la región.
Con esta afirmación negamos toda posibilidad de interpretar esta acción colectiva como consecuencia del azar o de líderes “exclusivos”, a la vez que rechazamos las insinuaciones gubernamentales sobre las supuestas orientaciones de las guerrillas en aras de levantar dicho movimiento, creemos que el Movimiento de corteros de caña del Valle del Cauca tiene unas particularidades materiales concretas, históricas y verificables en la práctica, las cuales pueden ser observadas hasta por el análisis más somero que cualquier investigador desprevenido pueda realizar.
Las condiciones objetivas de explotación y miseria, derivadas de condiciones reales nacionales e internacionales, sumadas a la conciencia progresiva de la necesidad de hacer algo para enfrentar dicha situación, llevaron a que se comenzara a preparar una movilización sin precedentes en el  Valle del Cauca que no solo logró sentar las bases de una nueva forma de acción colectiva, sino que también cambio la forma de concebir las diferentes luchas obreras en la región y en el país, puesto que se trata de trabajadores sin reconocimiento legal en cuanto a crear organizaciones sindicales por ser contratados por terceros o cooperativas de trabajo asociado.
La huelga que se lanzó en  los diferentes ingenios por parte de sus trabajadores corteros de caña, tuvo también un marcado arraigo en cuanto al territorio que ocupan, puesto que municipios como Florida, Candelaria, Miranda y Corinto, han sido edificados y construidos sobre la base de la industria azucarera y la mayoría de sus habitantes depende directa o indirectamente de la producción cañera. Son municipios que han sido forjados alrededor de las practicas agroindustriales azucareras y por lo tanto podemos encontrar relaciones sociales características de esta forma de producción. Estas prácticas incluso pueden encontrarse desde periodos tan remotos como la colonia y abarcan relaciones de poder y exclusión muy marcadas, donde las decisiones políticas, económicas y sociales que toman los dirigentes del momento van encaminadas a la manutención de los privilegios y de los intereses de los propietarios de las tierras y cultivos de caña en contravía de los trabajadores y habitantes desposeídos de toda propiedad en materia de medios de producción.
El territorio juega un papel clave a la hora de interpretar el movimiento de los corteros de caña, son ellos los que tienen un manejo espacial no solo de sus sitios de trabajo, sino también de sus sitios o puntos de encuentro, como lo fue la Plaza Central del municipio de Florida, lugar que albergó a miles de proletarios de la caña de azúcar un 14 de julio de 2008 en lo que ellos mismos han denominado la asamblea cumbre de la preparación de todas sus acciones. Fue la plaza pública de nuevo el escenario de encuentro de una población que ha construido todas y cada una de sus esquinas con sus vivencias y esfuerzos conjuntos sin recibir más a cambio que expoliación y miseria.
Desde esta plaza central, simbólicamente se lanzó un movimiento sin precedentes, pero más allá de lo simbólico lo real fue que se trató de una movilización que reunió en un solo haz a miles de personas que se identificaron con la necesidad de luchar e hicieron consientes unas reivindicaciones que trascendieron lo estrictamente económico particular y comenzaron a allanar los caminos de reivindicación política y cultural, puesto que en la medida que se iba desencadenando el movimiento, comenzaron a surgir organizaciones y voces que desde la política y la cultura aportaron a la consecución del pliego de peticiones, donde salieron a la luz pública grupos musicales como Son del Sur, cuyas melodías campesinas y letras contestatarias sentaron claves precedentes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de realizar un balance justo de lo que significó y significa el movimiento de los corteros de caña de azúcar.
Pero no solo fue la plaza la que recuperó su carácter central, también los fueron las esquinas, los colegios, las plazas de mercado, las humildes casas de los corteros, esos lugares comunes socialmente habitados, las calles y carreteras intermunicipales, las afueras de los ingenios, en fin, todos esos lugares que a partir del lanzamiento del movimiento huelguístico no volvieron a ser los mismos, puesto que en ellos quedaron para siempre plasmados unos deseos colectivos de mejorar las condiciones materiales de la fuerza de trabajo cortera y las de sus familias.
Es de importancia también reconocer lo que la solidaridad con el movimiento hizo de la plaza de mercado, de las populares galerías donde las familias de los corteros en huelga recibieron el apoyo campesino al estos ofrecer a menor precio sus productos o hasta regalar los mismos, como una forma de entender las razones del paro y aportar desde sus modestos esfuerzos a la continuidad de la lucha. Estas plazas eran recorridas por los corteros y sus familias, quienes tras un breve esbozo de las reivindicaciones y objetivos de la huelga, pasaban sus canastos por cada uno de los puestos, siendo colmados con deferentes productos que luego eran socializados en los campamentos que sirvieron de albergue a cientos de obreros mientras duró la acción colectiva reseñada. Se crearon lazos fuertes de solidaridad y fraternidad entre los habitantes de los municipios aledaños, pero también esos sentimientos de acompañamiento llegaron a regiones muy distantes o equidistantes como la Ciudad de Cali, en donde desde diferentes organizaciones o lugares comunes se brindó apoyo al movimiento de los corteros de caña, lugares como las plazas de mercado del barrio Siloé, las calles por donde pasaron las movilizaciones y los predios de la universidad del valle sede Meléndez, fueron modificados y transformados al ser los receptores de una confluencia de personas que se identificaron con la actividad y decidieron participar de ella a su modo, donde podemos citar por ejemplo la confluencia de la Minga Indígena y de corteros de caña en plena huelga el pasado 28 de octubre de 2008 en el campus universitario de Meléndez de la Universidad del Valle, sitio donde acamparon y compartieron sus experiencias dos de los más grandes movimientos populares del Valle del cauca y Cauca de los últimos años.
En síntesis podemos decir que los alcances que tuvo el movimiento de los corteros de caña fue extensivo y profundo, extensivo en cuanto a que despertó la solidaridad y el apoyo de múltiples sectores sociales, y profundo porque puso sobre la mesa reivindicaciones que trascendieron lo individual o grupal y abarcaron elementos claves para entender las relaciones actuales entre el Capital y el Trabajo como la necesidad de la contratación directa por parte de las empresas o ingenios, punto más álgido de la huelga y el más discutido en las mesas de negociación que se abrieron luego de lanzado el movimiento, lo que nos muestra al mismo tiempo una madurez política por parte de los trabajadores corteros de los ingenios, quienes al comprender justamente esta consigna, se lanzaron a la lucha directa con el objetivo de conseguirla. Es importante tener en cuenta que si bien esta reivindicación no fue alcanzada, es piedra de toque fundamental no solo para interpretar movimientos como el del 2008, sino también para entender posibles movimientos que se den  a corto, mediano o largo plazo.


A MANERA DE CONCLUSIÓN:

La huelga de los corteros de caña del Valle del Cauca continúa dando de qué hablar en el panorama político del país, las causas que motivaron tal acción aun siguen vigentes y latentes a la hora de hacer un análisis de la situación económica y social de nuestro departamento y del país, pueden ser extraídas miles de conclusiones, pero algo que debe ser resaltado necesariamente en una atapa reflexiva sobre dicha actividad es la transformación de los espacios habitados por los actores sociales descritos y la puesta en escena de una nueva forma de organización social hasta hoy desconocida en el Valle del Cauca: la huelga de trabajadores sin contratación directa por parte de sus empresas. Estas dos situaciones remarcan la acción colectiva de los corteros y sus familias y organizaciones, le dan el peso social que puede hoy evidenciarse a la hora de racionalizar las consecuencias del movimiento estudiado.
Se han roto las ideas de la imposibilidad de organización y lucha de los trabajadores subcontratados o “tercerizados”, como algunas organizaciones sindicales reconocen esta modalidad de empleo[1], ha quedado claro la inmensa fuerza que se puede desatar cuando se logran enfocar tantos esfuerzos conjuntos, tantas manos dispuestas a conseguir unos objetivos claros y concretos como los expresados en el pliego de peticiones.
También hay que tener en cuenta que queda registrado para el haber de las luchas obreras del país, para los acumulados históricos del proletariado colombiano, la necesidad y la importancia que tienen para el sostenimiento de las huelgas o acciones de diversos tipos, la búsqueda de la organización de los sectores periféricos a los directamente vinculados en el movimiento, es decir, la necesaria y vital participación de las esposas e hijos de los trabajadores, de los estudiantes y obreros de diversas empresas, de los campesinos e indígenas, de los artistas y políticos, en fin, de los sectores sociales que se vieron influenciados desde diversos puntos de vista por la acción colectiva.
El mundo entero puede conocer, por ejemplo, que se crearon grupos de diversa índole: de madres, de esposas, de hijos, y también de artistas populares, como el grupo musical anteriormente mencionado, quienes no dejaron de asistir con sus composiciones a ninguna movilización o actividad citada en el marco del conflicto obrero-patronal desatado aquel 15 de septiembre de 2008.
Sobre las calles y esquinas, plazas y demás lugares sociales comunes, quedaron plasmadas las huellas de un movimiento que aun no ha terminado, que apenas tuvo un asomo tímido a la vida pública en el año 2005 y que luego regresó con fuerza en el 2008, recordando que muchas de las causas objetivas que determinaron su surgimiento aun se encuentran latentes y plenamente vigentes. Estas calles, plazas y lugares comunes fueron testigos vivos de una nueva forma de hacer organización y sufrieron modificaciones porque nunca van a ser mirados igual que antes que se lanzara la huelga o cese de actividades laborales de los corteros de caña. Para los participantes en aquella asamblea del 14 de julio de 2008, la plaza de Florida ya no seguirá siendo una plaza más de un municipio más del Valle del Cauca, para estos participantes y para muchas personas que se adhirieron al movimiento esta plaza será sinónimo de una gesta que está aún por darse.


BIBLIOGRAFIA

      http://www.elespectador.com/opinion/editorial/articulo-el-paro-de-los-corteros-de-cana (PARO DE LOS CORTEROS, A QUE SE DEBE SU PARO? )
      http://www.elespectador.com/articulo-uribe-dice-el-paro-de-corteros-de-cana-si-esta-infiltrado-farc (DECLARACIONES DE ALVARO URIBE VELEZ Y MARIO IGUARAN, INFILTRACION DE LAS FARC)
      http://www.youtube.com/watch?v=7xtQkxn02u8&feature=related(CARLOS GAVIRIA, POLO DEMOCRATICO, MANIFESTACION)
      http://www.youtube.com/watch?v=FWcFUH4nI5c&feature=related (TESTIMONIO DE LOS CORTEROS DE CAÑA)
      http://www.youtube.com/watch?v=S7tnQdIxCic (DECLARACIONES DE LUIS ASPRILLA, VOCERO DE LOS CORTEROS DE CAÑA)
      http://www.youtube.com/watch?v=LqbKX7H-YJA&feature=related (EXPLICACION Y BENEFICIOS DEL CTA)
       www.anarkismo.net/article/10668 (IMÁGENES)
      Diario El País, 29 de octubre de 2008.







[1] Comunicado de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia –CUT-, Santiago de Cali, 29 de Julio de 2009, Número 000214.